Una tienda especializada en componentes electrónicos, compra sus existencias a una serie de proveedores, vendiéndolas posteriormente a sus clientes; a su vez se lleva el control de almacén de sus existencias en todo momento.
La gestión de proveedores lleva unida la gestión de los datos administrativos de éstos más la información de los componentes que cada proveedor vende. La gestión de proveedores, además del típico mantenimiento de los datos relacionados, se encarga de generar los listados de las piezas vendidas por un determinado proveedor, o los proveedores que venden una determinada pieza.
Cuando un cliente solicita un determinado componente, se comprueba que hay existencias y se le informa de su precio. Si el cliente adquiere el producto, se actualizará el almacén y se le emitirá una factura. Si no hay existencias del componente, pero el cliente está interesado se procederá a almacenar la petición con objeto de realizar el correspondiente pedido al proveedor.
El control de almacén se encarga de tener actualizado el almacén de existencias, dando de alta los componentes que llegan, eliminando componentes defectuosos, y realizando los listados de componentes disponibles en el almacén y de los componentes pendientes de ser pedidos a un proveedor